PNA-008
SAILOR JUPITER
SAILOR JUPITER

Ryan McLean, aka Sailor Jupiter, monta su particular fiesta entre gigantescas cortinas metálicas verticales y un resplandor de energía imponente. Con pies y mente en Detroit, sale de los infiernos más abismales, donde se producen ruidos-eco del terror, con pulso decidido y franco y excitantes marañas rítmicas. Las ideas crecen con presteza, en la métrica de la mayoría de los cortes cada nueva pulsación somete nuestro cuerpo -más flexible de lo que muchos imaginan, hagan la prueba, es una experiencia inolvidable- a una contorsión de movimientos desmesurada. Ello lo conjuga con células melódicas casi silbables, que al ser arquetipos bucleados, propician igualmente la actividad. Por lo demás, como si a un mástil de caballito de tío-vivo nos halláramos aferrados, que sube y baja y hace girar todo aceleradamente sin parar, chocamos, cargados con nuestras obsesiones de las cuatro de la madrugada, cuando rondan muchos fantasmas, contra sonidos que golpean cortante e incisivamente. Aunque queramos avanzar la cabeza recta, por mucho que nos intenten distraer luces cuadradas de habitantes que no concilian el sueño y se alzan en su propia zambra, finalmente, es en el cielo lunar donde encontraremos todas las salidas. Este músico se vale de los más acertados recursos que permiten crear un ambiente frenético de injecciones de adrenalina, technonbass sin freno, psicodelia, danzas tribales tecnológicas, drillnbass, trance, idm, techstep, industrial dnb, llámenlo como quieran. En definitiva, combustión y savia.

sarah vacher

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